Sabemos que no es fácil. Decir “no” a lo que da placer inmediato, organizar las comidas, moverse cuando el cuerpo pesa o duele… son decisiones que requieren coraje. Pero cada uno de esos pasos, por más pequeños que parezcan, tiene un valor inmenso.
Lo que hoy te exige un esfuerzo, mañana se convertirá en un motivo de orgullo. Porque no se trata solo de bajar de peso: se trata de ganar en autoestima, de recuperar energía, salud y confianza.
No estás condenada a vivir con resignación ni con dolor. Tenés derecho a una vida más plena, y también la capacidad de alcanzarla.
Cada elección que hacés en favor de tu bienestar no solo alimenta tu cuerpo: fortalece tu identidad, tu voluntad, tu amor propio.
Hoy cuesta. Mañana te vas a agradecer no haber bajado los brazos.